Teoría de Darwin (investigación)
Rojas Coss Alejandra
Grupo: 635
Teoría de Charles Darwin
Cuando tenía 15 años de edad, Darwin, hijo de un médico destacado, fue enviado a estudiar medicina a la Universidad de Edimburgo. Al darse cuenta de que la medicina no era lo suyo, pidió su cambio a la Universidad de Cambridge para estudiar teología. Durante esa época se convirtió en el protegido del reverendo John Henslow, quien era profesor de botánica.
Henslow alentó el interés de Darwin por el mundo natural. Poco después de su graduación, Darwin se embarcó en el HMS Beagle, que realizaría un viaje de exploración de cinco años alrededor del mundo con el fin de elaborar cartas de navegación para la marina británica. El Beagle partió de Plymouth, Inglaterra, en 1831 y navegó a lo largo de las costas oriental y occidental de América del Sur.
Mientras otros miembros de la tripulación elaboraban los mapas de las costas y puertos, Darwin pasaba muchas semanas en tierra estudiando los animales, plantas, fósiles y formaciones geológicas tanto de las regiones costeras como de tierra adentro, áreas que no se habían explorado ampliamente. Recolectó y catalogó miles de especímenes de plantas y animales, y tomó notas de sus observaciones, información que se volvió esencial en el desarrollo de su teoría.
El Beagle pasó casi dos meses en las islas Galápagos, a 965 km al oeste de Ecuador, donde Darwin continuó con sus observaciones y recolecciones. Comparó los animales y plantas de las Galápagos con los de tierra firme en América del Sur, estaba sorprendido por sus semejanzas y se preguntó por qué los organismos de las Galápagos se parecían más a los de América del Sur que a los de otras islas en diferentes partes del mundo. Más aún, aunque había semejanzas entre las especies de las Galápagos y las sudamericanas, también había diferencias. Incluso existieron diferencias reconocibles entre los reptiles y aves de una isla y otra
A pesar de la obra de Lamarck, la noción general a mediados del siglo XIX era que la Tierra era demasiado joven para que los organismos hubieran cambiado de manera significativa desde que aparecieron por primera vez. Sin embargo, los geólogos consideraron la idea de que en su origen las montañas, valles y otras características físicas de la superficie de la Tierra no tenían su forma actual. En vez de ello, tales características se desarrollaron lentamente durante largos períodos por los procesos geológicos de actividad volcánica, levantamiento, erosión y glaciación. En su viaje, Darwin llevó consigo el libro titulado ¨Principios de geología¨, publicado en 1830 por el geólogo inglés Charles Lyell, el que estudió con cuidado. Lyell le proporcionó a Darwin un importante concepto: que el lento ritmo de los procesos geológicos, que todavía ocurren en la actualidad, indicaba que la Tierra era extremadamente antigua.
Otra importante evidencia que influyó a Darwin fue el hecho de que los criadores y granjeros podían desarrollar muchas variedades de animales domesticados en pocas generaciones. Lo hacían al elegir ciertos caracteres y cruzar sólo a los individuos que mostraban los caracteres deseados, un procedimiento conocido como selección artificial. Los criadores, por ejemplo, produjeron numerosas variedades de perros mediante selección artificial (como sabuesos, dálmatas, airedales, border collies y pequineses). Darwin estaba impresionado por los cambios inducidos mediante selección artificial y planteó la hipótesis de que un proceso selectivo similar ocurría en la naturaleza. Por tanto, Darwin usó la selección artificial como modelo cuando desarrolló el concepto de selección natural.
Las ideas de Thomas Malthus (1766-1834), clérigo y economista inglés, fueron otra importante influencia para Darwin. En un Ensayo sobre el principio de población, publicado en 1798, Malthus afirmó que el crecimiento poblacional no siempre es deseable, una visión contraria a las creencias de su época. Él observó que las poblaciones tienen la capacidad de aumentar en forma geométrica (1-2-4-8-16) y por ende superan el suministro de alimentos, que sólo tiene la capacidad de aumentar aritméticamente (1-2-3-4-5). En el caso de los humanos, Malthus sugirió que el conflicto entre crecimiento poblacional y suministro de alimentos genera hambrunas, enfermedades y guerras, que funcionan como frenos inevitables del crecimiento de la población.
Los años que Darwin observó los hábitos de animales y plantas lo introdujeron a la lucha por la existencia descrita por Malthus. Darwin pensó que, en esta lucha, las variaciones heredades favorables para la supervivencia tenderían a conservarse, mientras que las desfavorables se eliminarían. El resultado sería la adaptación, una modificación evolutiva que mejora las posibilidades de supervivencia y éxito reproductivo en un ambiente dado. Con el tiempo, la acumulación de modificaciones puede resultar en una nueva especie.
Darwin finalmente desarrolló una explicación científica operativa de la evolución, la de la selección natural, en la que los organismos mejor adaptados tenían más probabilidades de sobrevivir y convertirse en progenitores de la siguiente generación. Como resultado de la selección natural, la población cambia a lo largo del tiempo; la frecuencia de los caracteres favorables aumenta en generaciones sucesivas, mientras que los caracteres menos favorables se vuelven escasos o desaparecen.
Mientras Darwin meditaba en sus ideas, Alfred Russel Wallace (1823-1913), naturalista británico que estudió las plantas y los animales del archipiélago malayo durante ocho años, fue igualmente sorprendido por la diversidad de especies y las peculiaridades de su distribución. Wallace escribió un breve ensayo acerca de este tema y se lo envió a Darwin, en ese entonces un biólogo de renombre mundial, para pedirle su opinión. Darwin reconoció su propia teoría y se dio cuenta de que Wallace había llegado de manera independiente a la misma conclusión, que la evolución ocurre mediante selección natural.
Selección natural
El mecanismo de evolución mediante selección natural propuesto por Darwin consiste de observaciones en cuatro aspectos del mundo natural: variación, sobreproducción, límites sobre el crecimiento poblacional o una lucha por la existencia, y éxito reproductivo diferencial.
1. Variación.
Los individuos en una población muestran variación. Cada individuo tiene una combinación única de caracteres, como tamaño, color, capacidad para tolerar condiciones ambientales difíciles y resistencia a ciertos parásitos o infecciones. Algunos caracteres mejoran las posibilidades de supervivencia y éxito reproductivo de un individuo, mientras que otros no lo hacen. Recuerde que la variación necesaria para la evolución mediante selección natural debe heredarse. Aunque Darwin reconoció la importancia de la variación heredada para la evolución, no conocía el mecanismo de la herencia.
2. Sobreproducción.
La capacidad reproductiva de cada especie tiene el potencial de hacer que su población aumente geométricamente con el tiempo. Una hembra de rana pone alrededor de 10,000 huevos, y una hembra de bacalao pone tal vez 40 millones de huevos. Sin embargo, en cada caso, sólo sobreviven alrededor de dos descendientes para reproducirse. Por ende, en cada generación cada especie tiene la capacidad de producir más descendientes de los que pueden sobrevivir.
3. Límites sobre el crecimiento poblacional o una lucha por la existencia.
Sólo existe cierta cantidad de alimento, agua, luz, espacio para crecimiento y otros recursos disponibles para una población, de modo que los organismos compiten entre sí por dichos recursos limitados. Puesto que existen más individuos de los que el ambiente puede sostener, no todos sobreviven para reproducirse. Otros límites sobre el crecimiento poblacional incluyen depredadores, organismos patógenos y condiciones climatológicas desfavorables.
4. Éxito reproductivo diferencial.
Aquellos individuos que tienen la combinación más favorable de características (las que hacen a los individuos mejor adaptados a su ambiente) tienen más probabilidad de sobrevivir y reproducirse. Los descendientes tienden a parecerse a sus progenitores porque la siguiente generación hereda caracteres con la base genética de los progenitores. La reproducción exitosa es la clave de la selección natural: los individuos mejor adaptados producen más descendientes, mientras que los individuos menos adaptados mueren de manera prematura o producen menos descendientes o de categoría inferior.
Darwin observó que los pinzones de las Galápagos parecían haber evolucionado de esta forma. Las 14 especies están estrechamente relacionadas. Todas descienden de un ancestro común, una sola especie que viajó desde la parte continental de América del Sur hace 2 a 3 millones de años. Durante este periodo el número de islas aumentó, el clima cambió, la vida vegetal y el suministro de alimentos también variaron. Las diferentes islas de las Galápagos mantuvieron a los pinzones aislados entre sí, lo que en consecuencia les permitió divergir en especies separadas en respuesta a condiciones variable
Solomon, Eldra et al. (2011). Biología. China. McGraw-Hill Interamericana editores
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